NOTICIAS DEL MUSEO



21 de febrero de 2012
SECRETARIO REGIONAL MINISTERIAL DE TURISMO ARAUCANIA
VISITÓ MUSEO PABLO RUEDI BRANGER

Estamos interesados en apoyar el fortalecimiento de esta iniciativa, expresó Sebastián Álvarez, Seremi de SERNATUR  Araucanía en una visita realizada al Museo Pablo Ruedi Branger en horas de la tarde de hoy.
El Jefe del Turismo Regional se mostró bastante interesado en conocer detalles del funcionamiento de este complejo industrial, que posee la totalidad de sus máquinas tal como quedaron el último día de trabajo. Durante el recorrido que efectuó a las dependencias del antiguo molino, acompañado del Concejal Juan Carlos Beltrán Silva y de la Directora del Museo Patricia Mora, quedó admirado de la tecnología alemana aplicada en una serie de máquinas comunicadas en los cinco pisos, las que permitían extraer la producción de harina que requería la población.
Con esta visita son dos las autoridades regionales que han concurrido el lugar durante la última semana, lo que demuestra el interés que ha concitado la noticia sobre la apertura de este nuevo centro cultural destinado a servir de nexo entre los vecinos y la historia de sus antepasados, expresada en fotografías y documentos, cuyas colecciones se irán exhibiendo de acuerdo a las posibilidades de contar con lugares de exposición adecuados dentro de la misma infraestructura.
En todo caso, se espera la visita de la máxima autoridad regional y de algunos técnicos de Planificación, quienes deberán verificar en terreno las cualidades y necesidades del local, para buscar las formas de financiar los arreglos necesarios para dar una mejor atención al público que concurra a conocer sus instalaciones.     


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El molino de primera categoría «San Pablo» —hoy molino «Pablo Ruedi»—, en Curacautín, tiene su origen en la sociedad formada en Valparaíso, el 28 de Julio de 1896, por los señores José Nixon y Juan Fowler, sociedad comercial en comandita simple estipulada mediante escritura pública con el fin de establecer y explotar un molino de harina en el pueblo de Curacautín, Departamento de Mariluán. El giro de la sociedad era el correspondiente al rubro de molinería. También trabajarían madera, compra de frutos del país, etc. De los dos socios que forman la sociedad el señor Fowler era socio comanditario y pasivo, siendo el señor Nixon el socio activo y gestor. La razón o firma social es José Nixon y Compañía y sólo la podía usar José Nixon.
El señor Nixon aporta a la sociedad el dominio de una media manzana de terrenos que posee o se obliga a adquirir en Curacautín para instalar en ellos el molino y las dependencias, una turbina, un par de piedras para moler que existen ya depositadas en el mismo pueblo, el uso de las aguas necesarias del canal de su propiedad situado en Curacautín, garantizando que dichas aguas serán en todo tiempo suficiente para impulsar las máquinas y permitir el correcto funcionamiento del molino; aporta asimismo su industria y servicios personales. Nixon realiza todos estos aportes ya que en 1894 había comprado a don Arturo Nogueira el canal sacado del río Negro, los siete sitios cerrados que poseía dicho señor en Curacautín, una turbina con accesorios, piedra de molino y maderas.
El 18 de Abril de 1899 se disolvió la sociedad José Nixon y Compañía y quedó Juan Fowler como único propietario. Ese mismo año, el 29 de Mayo, en Valparaíso se formó mediante escritura pública la sociedad comercial llamada Ruedi y Compañía cuyos socios eran Juan Fowler y Cristian Ruedi, éste último es el socio gestor y activo. El socio comanditario aportó el usufructo del establecimiento y las existencias de créditos del molino y el socio gestor aportó $5.000 en dinero efectivo, la industria y servicios personales.
El 20 de Octubre de 1904 don Pablo Ruedi le otorga un poder amplio en Victoria a su hermano Cristián para la formación de una nueva sociedad. Por ello el 14 de Noviembre de 1904 se disolvió la anterior y se formó una nueva sociedad que agregó a Pablo Ruedi junto a Juan Fowler y Cristian Ruedi, siendo sólo los hermanos Ruedi los socios gestores. Se continúa llamando Ruedi y Compañía. Juan Fowler aportó el dominio del establecimiento con los sitios número 1, 2, 3, 5, 6, 7 y 8 con todo lo edificado y plantado más las maquinarias del establecimiento y el fundo río Blanco.
La sociedad Ruedi y Compañía se liquidó el 02 de Noviembre de 1906. Los señores Ruedi adquieren las dependencias y canal al señor Fowler. En 1921 se terminó de cancelar la deuda a Fowler.
En Victoria el 03 de Diciembre de 1906 don Cristián y Pablo Ruedi expusieron formar una sociedad comercial y colectiva que giraría en Curacautín en los siguientes negocios: explotación de la hacienda y molino Curacautín, elaboración de madera, compra y venta de mercaderías y frutos del país y del extranjero, cualquier otro ramo que entre ambos acuerden exceptuando las especulaciones riesgosas las cuales quedaron absolutamente excluidas de la esfera de los negocios sociales. La razón o firma social será Ruedi Hermanos que podrán usar indistintamente ambos socios como encargados de la administración de la sociedad. El domicilio era en Curacautín.
Las propiedades de esta sociedad eran los sitios 1, 2, 3, 5, 6, 7 y 8 de la manzana 44 con todo lo indicado y plantado, incluso las maquinarias del establecimiento, canal, derechos de agua, etc., el fundo río Blanco formado por diversas hijuelas, pero también eran de la sociedad las cuentas e hipotecas por cobrar de la primera sociedad Ruedi y Compañía , la cual se había disuelto.
El 21 de Enero de 1913 se disolvió Ruedi Hnos. Los socios retiran parte del capital y se mantiene un capital común con una nueva sociedad.
En 1916 Pablo Ruedi le compró sus derechos de la sociedad a Cristian Ruedi, pero legalmente dicha sociedad se disolvió en 1921 y continuó con el giro el señor Pablo Ruedi Branger.
Hasta el año 1925 el molino cuenta sólo con tres pisos, pero luego construyeron 2 pisos más. Esta nueva construcción quedó lista en 1927 incluida maquinaria y turbina nueva.
En 1966, con el fallecimiento de Pablo Ruedi, pasó el molino a la sucesión de Pablo Ruedi cediendo sus derechos la señora Elena Ruedi a su hermana Cristina. Esta última formó una sociedad con su hija Paz Henríquez y lo trabajó hasta el año 2000. Después lo vendió a su actual propietaria, señora María Elena Sola Ruedi, quien lo arrendó a don Emilio Saavedra por un periodo de 10 años.
En el año 2010 se realizan las gestiones para registrarlo como Museo Pablo Ruedi Branger albergando en él al Archivo de Historia de Curacautín (información documental y fotográfica). En esta gestión hay 4 personas involucradas: María Elena Sola Ruedi en su calidad de propietaria del edificio, Pablo Sola Ruedi y Patricia Mora en su calidad de historiadores y propietarios del material histórico documental de la comuna y don Héctor Mariano Alarcón Carrasco , escritor e investigador de historia nacional y local.
El organigrama administrativo es el siguiente:
Propietaria:
María Elena Sola Ruedi

Equipo de Apoyo
Pablo Sola Ruedi
Equipo que dirige todas las actividades del museo:
Patricia Mora (Directora)
Héctor Alarcón (historiador)
El objetivo de este museo es “ la conservación del patrimonio documental y arquitectónico de Curacautín a través del Archivo de Historia Local y el Molino San Pablo y del patrimonio industrial que contemplan sus maquinarias.
Quienes trabajan actualmente en este proyecto cultural son personas dedicadas a la historia local y voluntarias en las diversas temáticas.
LAS NOTICIAS
28 de febrerode 2012



La instalación de Museos, una preocupación que inquieta en Curacautín y Victoria




VICTORIA (Manuel Burgos, Periodista).- Fuertemente ha repercutido en los círculos culturales de esta ciudad, la transformación de un molino existente en Curacautín, como Museo “Pablo Ruedi Branger”, iniciativa que duerme aquí,  el sueño de los justos en esta comunidad, pese a los intentos habidos, comentándose que,  Victoria es una ciudad joven , con sus 131 años de existencia, y que en cambio en Europa, con más de 900 años, es imposible para ellos,  rescatar el pasado reciente.   

Los dichos pertenecen a Patricio Pantoja Saldías, vastamente vinculado al tema, recuerda con nostalgia de los intentos locales habidos, entre ellos, “Pro Activos para el Museo de Victoria”,  con directiva propia que ha avanzado  lento. 
 

Iniciativas
“La idea viene desde el período que era alcalde de la comuna, Juan González Almeida. Se ha hablado también,  de hacer un museo en el segundo piso de la actual Biblioteca Municipal, o construir un tercer piso para el efecto, pero ahí quedó; posteriormente, la Sede Victoria de la UNAP, tomó la idea, con el profesor, Iván Agüero, una de ellas en la Casa Habitación del fallecido Gustavo Mondión, o en el local de la Escuela "Héroes de Iquique", en dependencias desocupadas, pero duró hasta el despido del docente”, informa Pantoja.
 

Administraciones municipales posteriores  y sus Secplac, también lo han intentado, con apoyo del arquitecto de Intercomuna, Cristian Rodríguez, al igual que la periodista Cinthia Muñoz, se han planeado las mismas ideas, detalla, pero ha faltado el apoyo de las administraciones regionales. Ahora, proyecta, la posibilidad que surge con más fuerza, es en el local de la Escuela Bernardo Muñoz Vargas, donde hay un espacio bastante atractivo para esta iniciativa, mientras suman y siguen los particulares que desean donar sus artículos, al contarse con una posibilidad bien estructurada.  
 

Museo Ruedi 
El historiador y escritor, Héctor Alarcón Carrasco, que forma parte del organigrama administrativo  del Museo “Pablo Ruedi Branger”, junto a María E. Solá Ruedi (propietaria del edificio),Patricia Mora (directora), y  Pablo Solá (equipo de apoyo), mostró su optimismo ante la reciente visita del seremi de Sernatur Araucanía, Sebastián Álvarez al recinto cultural quien dijo estar muy interesado en el fortalecimiento de esta iniciativa.
 

“En  todo caso, se espera la visita de la máxima autoridad regional y de algunos técnicos de Planificación, quienes deberán ratificar en terreno, las cualidades y necesidades del local para buscar las formas de financiar los arreglos necesarios para dar una mejor atención, al público que concurra a conocer sus instalaciones”, razonó el autor de “Rieles Fronterizos” y “Cóndor de Los Andes”.=